Desde que la vida es maravillosa es como si tuviera un catálogo de posibilidades entre mis manos y pudiera elegir cualquiera de ellas con tan solo desearlo.
No sé muy bien dónde estoy, creo que en el medio de algún lugar entre Nunca Jamás y el País de las Maravillas, yo lo llamo: Presente Perfecto.
Curiosamente aquí, en el Presente Perfecto no pasa nada. Todo está exactamente igual que como estaba pero a la vez es mejor. Puedo ver el horizonte, estas tú y no hay prisas. Me dedico a escuchar música durante horas, vuelvo a ver mis películas y series favoritas, sigo dando clases, veo a mis amigos, tengo tiempo para leer un nuevo libro, cocino nuevas recetas, voy los fines de semana a la playa, ceno en tu casa una noche sí y otra también...
En los tiempos que corren parece que queda feo decir ciertas cosas en voz alta, pero qué le vamos a hacer si de las situaciones más desfavorables salen los finales más felices y en este caso los presentes más perfectos. ¿Alguien da más?