martes, 29 de noviembre de 2011

I will follow him

No hay nada como tener una idea...
No hay dos días iguales.
Salimos con niebla de Valladolid y en el cole, sol espléndido.
Nadie se duerme en el coche esta semana
hay mucho de qué hablar, empieza la locura.
Hoy había una tarta preciosa en la oficina en la que tenemos
las reuniones a cinco para preparar el festival de Navidad.
Hay que poner a punto del salón de actos,
mis niños ensayando el teatro, cantando "I will follow him",
Cristina echándome un cable,
M. Ángel usando "thriller" para el acrosport,
los peques pintando el suelo del patio con tizas gigantes de colores,
yo volviéndome a estudiar los huesos y los músculos,
ese niño que, por fin, empieza a despegar,
verles disfrutar aprendiendo...
Tengo el mejor trabajo del mundo.





miércoles, 19 de octubre de 2011

Pérdidas de tiempo

Estoy cansada...

Estoy cansada pero no lo noto. Duermo menos que nunca, conduzco mucho, tengo más responsabilidades, más libertad, menos carga. Llego tarde a casa, es cierto que quizás no mereciera ni siquiera la pena volver estos días, pero me gusta estar un ratito por aquí, charlar con mis padres y mi hermana, achuchar a mis gatines y dormir en mi cama. Es como un contraste, cuando me voy tengo que ser ese adulto que sabe lo que hace y cuando vuelvo soy hija y hermana.

Quizás por eso me empeño tanto en pasar tiempo en familia porque siento que de esto ya no queda tanto...

En los cursos estos obligatorios que nos están impartiendo nos hacen perder mucho el tiempo, la verdad. Poca gente cuenta algo que merezca verdaderamente la pena escuchar. Aunque tengo que decir que de cuatro horas de discursos poco sustanciales saqué una frase que me gustó mucho:

"Sólo aquello que se desea, se consigue". Cada uno que lo medite si quiere en la intimidad de su cuarto.

Ahora que estoy enamorada profundamente de mi profesión y de mis alumnos, ahora que sé que la escuela debería ser el reflejo cultural de la sociedad futura, ahora que me doy cuenta de tantos errores, espero no llegar nunca al punto de pensar que ya lo sé todo. Lo digo porque los años de experiencia me parece que pueden ser muy traicioneros, enriquecen pero también desgastan y por lo que dicen, desgastan mucho. Y en esta profesión es obligatorio actualizarse siempre, sin excepción.

La verdad es que lo ideal sería que esto se hiciera extensible a todos los aspectos de la vida. Seguro que no hace falta que miremos muy lejos para encontrar, incluso en nosotros mismos, casos de las veces que, como diría Mafalda, "lo urgente no ha dejando tiempo para lo importante".

El otro día leí un artículo que escribía Juan Carlos en su revista acerca de la muerte que me fascinó (siento ponerme tan trascendental) y decía:

"Lo que tengo muy claro es que la muerte no es un final. El contrato de la vida incluye la muerte y es como un terremoto cuyo epicentro se encuentra en los seres más allegados, pero que sacude a todos. Y ese terremoto viene siempre asociado a una lección de vida. Por ello, como sabemos que llegará, debemos saborear este rato de vida que nos queda, no deberíamos olvidarlo para intentar ser feliz, no olvidemos el abrazo diario, la palabra cariñosa y la acción desinteresada.
La muerte es un tema del que huimos hablar y pensar. Es algo que nos llegará a todos, pero no nos lo creemos y por ello nos sorprende sin haber hecho los deberes. El saber de nuestro tiempo es limitado (¡no lo desaproveches!), nos invita a ir quedándonos en paz, con uno mismo y con los demás. Estos son los deberes. Alguna vez he escuchado: al atardecer de la vida, te examinarán del amor... por ahí van los tiros".

Pues eso, por ahí van los tiros...


domingo, 9 de octubre de 2011

Este punto

¿Por qué últimamente cuando quiero ir al cine no encuentro nada interesante que ver?

Ya vuelve a parecerse este verano al otoño. Ya ha pasado septiembre como si de un trámite se tratara. Ya tengo a mis niños y se fue aquel que prometía darme un curso de pelea continua. Ya elegí estar en el punto medio entre la rigidez y el cariño. Ya pasó y aparece octubre tranquilo, frío y no menos prometedor. Sigo pensando que la mejor receta para superar la crisis es pasar de la crisis, pero la verdad es que últimamente se hace difícil evitarlo. Además, ya tengo clarísimo que voy al revés que el resto del mundo... ¡y yo que pensaba que esto sólo pasaba en la adolescencia!

Creo que todavía quedan por cambiar muchas cosas, llevo demasiado tiempo corriendo, dándome prisa y no sé dónde voy, tengo que parar un poco, pensar, relajarme... disfrutar algo por fin. Lo necesito tanto...

Siempre he creído que es mejor decir siempre lo que se piensa, que es mejor ser sincera a interpretar un personaje infalible que tú misma has diseñado al milímetro . Prefiero, sin duda, correr el riesgo de hacer tambalear un momento el suelo a dejar que de pronto un día sea demasiado tarde para podernos levantar. Como os podéis imaginar esta decisión no me ha traído siempre buenas noticias, tanto es así que no sé por qué una vez más vuelvo a estar en este punto...

Una amiga mía dice que lo que más le gusta de mí es que siempre le digo lo que pienso y lo que menos le gusta de mí es que siempre le digo lo que pienso. Yo exijo lo mismo de aquellos que están cerca y por eso desconfío de la gente que vende sus vidas como si fueran idílicas, como si fueran de hierro y no tuvieran problemas, dudas o inseguridades. También huyo de los que hablan de su vida como si fuera una continua desgracia, un desastre, los que no encuentran alivio ni en los días en los que se encuentran un billete de cinco euros en el bolsillo del pantalón. Creo que se hacen daño a si mismos y hacen daño a todos los que tienen alrededor.
Y la verdad es que no sé por qué pero en los tiempos que corren parece que se agudizan más estos dos perfiles...

Sufro mucho por los que no pueden evitar darle la espalda a este mal momento, es tan injusto lo que está pasando... pienso que no entiendo mucho nada de lo que ocurre pero confío plenamente en las personas, en la capacidad de reacción, en la lucha y en que algo muy muy bueno está por llegar. No es un deseo, estoy segura de que será así...

... y además, antes de lo que creo encontraré una peli que merezca la pena ir a ver al cine, espero, contigo.


sábado, 10 de septiembre de 2011

Doce enanitos

Y lo maravilloso de vivir, al fin y al cabo, es que no sabes lo que va a pasar. No sabes lo que te va a ocurrir ni cómo vas a enfrentarte a determinadas situaciones. Y eso es algo francamente complicado sobre todo cuando es la propia vida la que te pilla por sorpresa.
Sin embargo y aunque parezca una incongruencia, las mejores vivencias, por lo menos en mi caso, siempre han venido a mí sin previo aviso, sin planearlo y acompañadas de la maravillosa certeza que te da saber que simplemente tú no podías hacer nada por evitar que te tocaran. ¿Y por qué habrían de evitarse si son tan maravillosas? Pues simplemente porque a veces son profundamente dolorosas y te dejan marca para siempre.
Ahora es el momento en el que aquel "Presente perfecto" se va transformando en algo un poco más "pluscuamperfecto", con momentos de ayer y hoy, con una sensación extrañamente familiar y unas cuantas pinceladas de realidad que me hacen pensar que, ahora sí, me adentro en la edad adulta y que no hay marcha atrás.
Yo sé que ya no soy esa chica perdida que buscaba saber quién era y que deseaba no se sabe muy bien el qué, pero indudablemente e inexorablemente algo de ella se ha quedado en mí: su miedo.
Cuando las pulsaciones me suben a 140, cuando no puedo conciliar el sueño, cuando se me quita el apetito, sé que ella me ha dejado el mejor regalo, porque es en ese instante cuando una fuerza sobrenatural que nace de algún lugar entre el corazón y el estómago se apodera de mí y consigue que levante la vista, mire al frente y me vuelva más valiente que nunca.
Ahora no importan los dolores de cabeza, ni el catarro, no importan los viajes, ni los madrugones, ahora queda mucho por hacer, toda esa valentía va por mis doce enanitos.

lunes, 8 de agosto de 2011

Presente Perfecto


Desde que la vida es maravillosa es como si tuviera un catálogo de posibilidades entre mis manos y pudiera elegir cualquiera de ellas con tan solo desearlo.
No sé muy bien dónde estoy, creo que en el medio de algún lugar entre Nunca Jamás y el País de las Maravillas, yo lo llamo: Presente Perfecto.
Curiosamente aquí, en el Presente Perfecto no pasa nada. Todo está exactamente igual que como estaba pero a la vez es mejor. Puedo ver el horizonte, estas tú y no hay prisas. Me dedico a escuchar música durante horas, vuelvo a ver mis películas y series favoritas, sigo dando clases, veo a mis amigos, tengo tiempo para leer un nuevo libro, cocino nuevas recetas, voy los fines de semana a la playa, ceno en tu casa una noche sí y otra también...
En los tiempos que corren parece que queda feo decir ciertas cosas en voz alta, pero qué le vamos a hacer si de las situaciones más desfavorables salen los finales más felices y en este caso los presentes más perfectos. ¿Alguien da más?



lunes, 11 de julio de 2011

Carta para Paula

¡Ya está, lo hiciste!
Ahora leo la última entrada y le diría a la Paula del pasado que no tenía nada que temer ¡pero quién podía saberlo! Todavía no sabemos nada definitivo pero la recompensa emocional ya ha llegado. Y llegó de sorpresa, por la puerta grande y en el momento preciso.
Ya está, recuerda este momento muchas, muchas veces, recuerda como te sientes ¡como si lo pudieras todo!
Ha sido un año muy intenso de aprendizaje profesional y personal, pero la lucha comenzó mucho antes. Has tenido la suerte de prepararte con EL MEJOR (así, en mayúsculas y negrita). Ha sido alguien que no sólo te ha ayudado a preparar unas oposiciones, te ha enseñado a creer en ti misma, a valorarte y a aprender que, efectivamente, sólo con mucho trabajo se consiguen las cosas. Nunca vas a tener las palabras suficientes para agradecerle su labor. Procura seguir teniéndolo cerca de aquí en adelante.
Recuerda que, sobre todo, esto ha sido un trabajo en equipo (aunque tú hayas sido la responsable final) tus padres te han ayudado en todo lo que han podido ¡y más! tu hermana te ha hecho reír muchísimo (no os imagináis lo importante que es que os hagan reir), los amigos te han estado apoyando y él, como siempre: incondicional e infalible. Acuérdate de que tú sabías que también lo lograría, es un luchador incansable. Dale energía.
Acuérdate de los momentos malos, de cuando no has podido más, de cuando no sabías si ni siquiera ibas a tener la oportunidad de examinarte, acuérdate de los desprecios y de los que te han infravalorado para saber que no caben en tu vida.
Sigue rodeándote de las personas que sólo te hacen bien, que son optimistas, que te quieren, que se dejan querer. Sé generosa con ellos y dales lo mejor de ti.
Y por favor, acuérdate de las anécdotas: de la piedra, el maletín, la asturiana. Acuérdate del miembro del tribunal que parecía "serio". Que perdiste el estuche que tenías desde el instituto. Acuérdate de que soñaste con el 18 !y que salió! y encima escribiste el examen mientras en la calle sonaba a todo volumen el último disco de canciones italianas de Sergio Dalma. Podrías haber matado al tipo que lo puso...
Que no se te olvide el último momento, la frase "Paula ¿puedes entrar otra vez en el aula?" y la maravillosa escena de a continuación. La cara de orgullo de tu padre cuando saliste, la voz emocionada de tu madre por teléfono, el mensaje de tu hermana. Ella tenía razón, como la canción que tanto le gusta: iba a ser FÁCIL, muy muy duro, pero fácil.
Y todavía no sabes nada tangible, pero por todas estas cosas ya ha sido un triunfo. Un maravilloso y merecido triunfo.
Y no has dicho nada en todo este tiempo de los pequeños terremotos adolescentes que llevan contigo ya 3 y 4 años. Por precaución no querías escribir sobre ellos y eso que les has visto crecer, a alguno le ha cambiado la voz ¡y casi es más alto que tú! con otra que es la más pequeña de cuatro hermanos has conseguido que sea la única que vaya a estudiar una carrera. Ya hay que decir adiós, pero te lo han hecho pasar genial, has aprendido muchísimo (para que luego otros digan que las nuevas generaciones están perdidas ¡no tienen ni idea! ellos sí que están perdidos) y sobre todo han hecho que ames esta profesión que en un principio no fue vocacional.
Trabaja mucho que esto no es más que el punto de partida.
¡Hoy te quiero muchísimo!

martes, 7 de junio de 2011

Vitamina E


Vitamina E de emoción, de entusiasmo y de energía. Hoy necesitaba echar la tensión fuera. Ha habido un ratito en el que de pronto me he desmoronado y me he echado a llorar. Hasta yo me he sorprendido de verme así, medio descontrolada. Normalmente suelo dominar mejor mis emociones pero por algún lado tenía que salir. Esto es muy duro, muy largo y psicológicamente me agota. Hoy lo escribo porque es el último día en el que siento que no puedo más porque llevo de serie una sobredosis de vitamina E en las venas. Porque sí, ya me lo digo yo: soy muy buena, lo he trabajado muchísimo, lo hago genial y me lo merezco. Y lo mejor de lo mejor, es que ¡ya está ahí!

Una canción que siempre me pone las pilas de mi gordito favorito:




miércoles, 18 de mayo de 2011

Democracia Real YA

A mí, con esto de las oposiciones, a veces me parece que no vivo en el mundo real. Estoy entre apuntes, materiales y pensamientos que ya no es que pertenezcan a mi día a día es que son mi vida. Me pasa, que ojeo el periódico y me entero de lo que ocurre pero mi mayor interés se centra en saber si de una vez por todas nos van a dejar de tocar las narices y vamos a poder examinarnos este año sí o no.

Y no miento, a pesar de estar en esta burbuja tengo el mismo sentimiento que la mayoría de la gente de mi generación y de las otras que ven cómo ninguno de los dos grandes partidos políticos de este país vela por los intereses reales de los ciudadanos.

No, la política no es asunto de los políticos, es asunto de todos nosotros. Los reproches al otro partido y el discurso ruidoso e insustancial que proclaman a los cuatro vientos mientras reparten bocadillos se está sustituyendo por la voz del pueblo que pide a gritos cambios concretos. Y ahora dicen en los medios de comunicación (los cuales al principio no se hacían demasiado eco de lo que estaba pasando) que las acampadas y las propuestas crecen tanto que ya asustan a los políticos. Pues no es para menos.

Se tiene que dar un cambio y yo creo que se va a dar, creo que se está dando. Puede que los efectos no se noten de forma masiva el próximo domingo, casi todos sabemos lo que va a ocurrir. Pero lo que sí está claro es que llegarán y que ya era hora de que los jóvenes no estuviéramos orgullosos de pasar esta crisis juntos sino de hacer méritos para salir de ella.

Cuidado con la generación dormida que parece que se está despertando....



domingo, 17 de abril de 2011

ACCIÓN DIRECTA

A muchos de los que me conocéis alguna vez os habré hablado de mi prima Bea. Trabaja en la Cruz Roja Internacional y es una de esas personas que se atreven a dedicar su vida por entero a los demás. Es alguien que admiro muchísimo, una referencia y todo un ejemplo para mí. Me gustaría presentárosla y acercaros un poco más a lo que hace a través de este vídeo:






jueves, 17 de marzo de 2011

¿Somos idiotas?

El otro día, en una entrevista que le estaba haciendo Buenafuente a Eduard Punset, éste decía que el ser humano tiene una capacidad infinita para ser infeliz. Puede que las grandes catástrofes se las lleven otros, como los japoneses que no dejan de asombrarme a la hora de afrontar este tipo de situaciones. Sin embargo, en este país seguimos amargándonos la existencia hablando del nuevo límite de velocidad impuesto por el Gobierno, de la subida de la gasolina o de que en los bares no se puede fumar (ya van tres meses, señores). No estoy diciendo que no debiéramos alzar la voz si algo no nos gusta, no estoy haciendo apología del conformismo, pero en España somos muy dados a que la fuerza se nos vaya por la boca. Mucho ruido pero ni una nuez. Creo que salvo en contadas ocasiones, esto siempre fue así.
La semana pasada me mandaron una cadena (me suena hasta antigua ya esta palabra) que incluía un texto de Arturo Pérez Reverte. Nunca me ha gustado demasiado este autor pero el caso es que me gustó mucho la forma en la que planteaba el discurso. Decía algo así como que desde las altas esferas se estaban aprovechado de todos nosotros. Daba una serie de argumentos y ejemplos de que las cosas no estaban yendo nada bien, que nadie se movilizaba... y terminaba cada párrafo diciendo: ¿Sois idiotas?
Independientemente de estar de acuerdo o no con el listado de atrocidades que él exponía, creo que la respuesta a esta pregunta está diáfana en todas nuestras mentes. De todas formas, no os preocupéis, yo contestaré simplemente mencionando que Torrente 4 (sí, la cuarta) es la película más taquillera del cine español. Es decir, necesitamos que para que la gente vaya a ver nuestro cine tenga que salir un tío gordo haciendo chistes de pedos con los frikis más famosos de la televisión. Saquen sus conclusiones...
Aún así, yo le diría al señor Reverte que yo no soy idiota, que me doy cuenta de lo que dice, que lucho por lo que creo a pequeñísima escala, que la crisis no es tanto económica sino de valores, que hay problemas que no me amargan la vida y que, por supuesto, que sé quienes son Chomsky y Saramago. ¿Pero sabes cómo te llaman en este país si no sabes quién es Belén Esteban?... Idiota.




lunes, 21 de febrero de 2011

¡¡¡ALLÁ VAMOS!!!

Pues sí que tenía razón... ¡y tanto! No es que necesitáramos protección contra los rumores, es que necesitábamos protegernos del mundo real. ¡Vaya semanita! Lo que yo no sabía es que eran muchos más de tres lo que iban a estar haciendo a mi alrededor una muralla de diez metros de altura blindada a prueba de meteoritos.

Lo que yo no esperaba eran tantas llamadas, tanto apoyo, tanta unión para luchar por la causa. Ahora tenemos como mínimo la oportunidad. Probablemente las cartas no iban a servir de mucho ¿no? o ¿sí?

No se me van a olvidar estos días en la vida... los que no esperaba y han aparecido, los que parece que no pero que al final siempre están ahí, los que no fallan ni una... él, que cuando tiene que estar bien, está sobresaliente.

No era miedo, era rabia. No es que estemos confiados, es que al menos estamos tranquilos.

Compañera de algún mundo paralelo, tú lo has dicho: ¡¡ALLÁ VAMOS!!


miércoles, 9 de febrero de 2011

La maleta mágica

El señor con barba nos dijo que teníamos que tener una maleta mágica...

Nos dijo que nos buscáramos un cómplice. Alguien que durante estos últimos cinco meses nos arropara y nos protegiera de todo lo malo: de los rumores, de los pesimistas, de la desesperanza... yo tengo tres.

Nos dijo que si era necesario que no nos pusiéramos las noticias, que era preferible que viéramos los Tweenies a un debate sobre la crisis económica mundial: ahora sólo ojeo las noticias en Internet mientras escucho música (rock and roll a poder ser). Prácticamente nada de tele.

Nos dijo que no había días de fiestas, ni domingos, que teníamos que estudiar TODOS los días: así que se acabaron los excesos, los fines de semana prontito a casa.

Nos recomendó que paseáramos, que hiciéramos deporte porque cuando haces ejercicio segregas endorfinas y te pones de buen humor: me apunté al gimnasio.

Que comiéramos bien y de todo (sobre todo, frutas de todos los colores): yo soy la que cocino en mi casa, así que elijo menú.

Nos grabó unas sesiones de relajación: las escucho antes de dormir.

Nos advirtió de que debíamos leer en voz alta y practicar la programación hasta la saciedad: me la cuento una vez al día a mí y a todo aquel que se deje. Próxima cita: mi chico y su santa paciencia.

...No puedo pensar en otra cosa, no puedo más que hablar de ello. Como si se tratara de mi credo. Me paso las horas meditando lo que sí y lo que no, viendo vídeos, leyendo artículos, cazando momentos en mis clases que puedan valer para mí y sobre todo para ellos. Lo adoro, creo que la educación tiene mucho que ver con crear tú propia filosofía... y eso no es nada fácil, porque esto nunca ha sido una ciencia exacta. Pero es que yo no quise ser ingeniero.

Cada vez tengo más claro que los maestros somos algo así como un showman o una showgirl. Ya lo iba percibiendo en mí misma hacía un tiempo con mis propios chavales... pero hoy lo he visto en primera línea: doce niños de 5 años con los ojos abiertos como platos. Son sólo 30 minutos y ellos hacen magia, cantan, bailan, juegan, se ponen en forma... Hoy se han montado en el coche de Fernando Alonso, un coche sin volante, sin ruedas, sin cinturón de seguridad. Pero daba igual, su imaginación estaba corriendo en Montmeló. Han hablado en inglés con Funny Bunny (la mascota de la clase), han recitado poemas, han aprendido a relajarse. Y el señor con barba que siempre lleva la maleta de las sorpresas se llevó un abrazo de cada uno."¡Y encima me pagan por esto!" dijo.

Cuando me preguntan por ahí si les hablamos en inglés y les contésto que sí, me dicen "¿pero, os entienden?" Y pienso: "mejor de lo que me podrías entender tú".

De todas formas la culpa de que yo esté así no es sólo mía, también es de mi familia, de aquella profesora que tuve en la carrera (que Dios! pagaría porque me volviera a dar clase) de el señor con barba que lleva la maleta mágica...

Es él, ahora. Es el que confía más en nosotros que nosotros mismos, es el que nos hace de espejo, el que nos dice la verdad sea bonita o fea. Ese señor nos habla de que en esta vida hay que hacer las cosas por uno mismo, nos habla de la ilusión, del esfuerzo, de la constancia, nos dice que cuando puedes poner todas las variables a tu favor, entonces, nada puede salir mal.

Y tiene razón y siento no tener otra cosa en la cabeza. Siento sólo poder escribiros de esto, chic@s. Porque esto soy yo ahora. Tengo que reconocer que no siempre me parece así de diáfano todo lo que digo, pero aprovechando que es el día de hoy, nos miro y pienso: es imposible que nada vaya a salir mal.

De todas formas y por si acaso, yo ya tengo mi maleta mágica.

viernes, 28 de enero de 2011

OPTIMISMO


Últimamente no tengo mucho que decir y por eso no he escrito nada nuevo en el blog. El mes de enero ha venido rarito, maniático, monótono y frío, y no sé cómo, me he dejado contagiar de lo mismo. No hay explicación, no hay razones. Sólo una mezcla: yo, conmigo misma durante muchas, muchas horas al día.

Los enlaces que os dejo a continuación, merecen muchísimo la pena. Son de una conferencia que da Emilio Duró acerca de la ilusión de la vida. Son unos vídeos bastante largos (como dos horas en total) pero yo os aconsejo que les echéis un vistazo porque a parte de ser una conferencia francamente interesante, es muy divertida y os vais a reír un montón. Y si no, ya me diréis...


domingo, 16 de enero de 2011

“Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla,

que no hay que decirle que haga las cosas, sino

que sabe lo que hay que hacer y que lo hace.

La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños

se apoderan de su propia realidad.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente

y de frente, pero sin lastimarme ni herirme.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse

con argumentos razonables a las decisiones de

cualquiera.

Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.

Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece

cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza

en reconocer que se equivocó o que no sabe

algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza

genuinamente por no volver a cometerlos.

La gente que lucha contra adversidades.

Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente.

La gente que valora a sus semejantes no por un

estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no

juzga ni deja que otros juzguen. Me gusta la gente

que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor

error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza

aquello que no sale del corazón.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que

sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto

a mí, me doy por bien retribuido.”

Mario Benedetti

miércoles, 5 de enero de 2011

La rata bilingüe



Érase una vez un gato que perseguía a un ratón por una casa.

El ratón, más rápido que el gato, consiguió doblar una esquina y se refugió detrás de su mamá la rata.

La rata, antes de que llegara el gato, comenzó a ladrar. El gato al oír los ladridos huyó despavorido.

En ese momento la rata se volvió hacia su hijo y le dijo: "Ves, hijo mío, qué importante es aprender una segunda lengua".




sábado, 1 de enero de 2011

Es ella




Es la vida la que viene una vez más vestida de otros días que aún no he estrenado. Es ella la que me deja las manos frías, los ojos húmedos y la sonrisa espléndida. La que me lleva bien lejos para conocerla más de cerca, la que me une a las personas, la que me abraza a ellas. Es la vida la que me da siempre otra oportunidad.
Si pudiera elegir, elegiría mucha, muchísima más vida. Elegiría poder dar algo de la mía para no echar de menos, para tener la certeza de que no la malgasto.
Ya que me preguntas, yo no sé qué voy a hacer con estos próximos 363 días... Sé que hay cosas que ya no corren de mi cargo, sé que va a haber sorpresas, cambios, sé que voy a dejar el corazón, sé que va a haber momentos muy importantes, tanto, que casi ni puedo esperar a que sucedan. No lo sé, qué puedo decir yo si es la vida la que manda. Qué puedo pedir más a este nuevo año... más que vida.