Qué le voy a hacer... Yo no tengo la culpa de que el baloncesto haya calado tanto en mi vida. No tengo la culpa de que mi padre desde pequeñita me llevara a ver partidos y me enseñara a botar un balón. Supongo que yo no elegí tener una hermana que jugara más que bien y que algunos de mis mejores amigos comenzaran a serlo precisamente por estar en contacto directo con este deporte. Es por eso que era inevitable que ese día todos ellos estuvieran en mi mente: Toronto Raptors vs Boston Celtics.
En el Air Canada Centre no sólo se juegan los partidos de baloncesto de la NBA, también es el pabellón del equipo de hockey Toronto Maple Leafs y es el lugar donde se realizan infinidad de conciertos de música. Muchos de los grupos y artistas más importantes del panorama internacional han tocado aquí.
El interior está repleto de cafeterías y puestos de comida rápida. La verdad es que todo el mundo compra algo porque los partidos suelen ser bastante largos (unas dos horas y media) pero lo suyo es disfrutar del juego con tu cubo de palomitas y tu refresco extragrande.
Y bueno el resto es todo espectáculo, desde las presentaciones de los jugadores hasta la mascota, pasando por la música, las cheerleaders, los tiempos muertos, el público... Unos animando a los Toronto Raptors, otros animando a los Boston Celtics y los españoles animando a Calderón. Jaja! Tal cual, de vez en cuando se oían gritos de "¡Vamos Jose!" o "¡Calderón, Calderón, Calderón!". Lo más gracioso del asunto es que los españoles nos íbamos saludando desde los distintos puntos del pabellón. Supongo que mucha gente de la que estaba allí pensaría que éramos un poco catetos porque éramos los únicos que andamos dando la nota pero la verdad es que fue muy divertido.
Como era de esperar los Boston Celtics ganaron pero la verdad es que no les fue fácil. Tan sólo de cinco puntos fue la diferencia.
Cambiando de tema, este fin de semana he ido a visitar Centre Island que es, como el propio nombre indica, una isla que está en el lago de Ontario y desde la cual se ve la ciudad de Toronto. La verdad es que tiene unas vistas muy chulas.
Además se puede decir que tuvimos buena suerte porque no hizo mucho frío. La idea era ir a pasar el día, llevar algo de comer, beber y jugar a algo... La isla está repleta de zonas verdes, se podían alquilar bicis, barcas, había playas, canchas de baloncesto, de fútbol y de voley.
Lo pasamos francamente bien, estuvimos explorando la isla, escuchando música y jugando al baloncesto (estábamos inspirados del día anterior). Y fue muy curioso porque encontramos una playa con esta señal... Muy útil por si te has perdido :)
En fin, faltaba la flecha que me dijera por dónde quedaba mi casa... Pero no pasa nada, todavía me quedan un par de semanas para seguir perdiéndome un poco por aquí y contaros las cosas que me voy encontrando por el camino. ¡Muchos Besos!